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Flujo vaginal anormal

Revisión sobre la etiología, características y tratamiento del flujo anormal en la mujer

¿Qué se debe tener en cuenta?

Características del flujo: comienzo, duración, color, olor, consistencia (puede ser más o menos espeso), cambios cíclicos, factores que lo exacerban (por ejemplo entre relaciones sexuales).

Síntomas asociados: prurito, dispareunia, dolor abdominal, sangrado vaginal anormal y fiebre podrían indicar infección de transmisión sexual.

Historia sexual: Investigue si la paciente se encuentra en riesgo de adquirir una enfermedad de transmisión sexual (menor de 25 años, nueva pareja sexual, más de una pareja sexual, antecedentes de infecciones sexuales.)

El uso de anticonceptivos puede afectar el flujo.

El embarazo puede alterar las características del flujo y es un factor importante para el tratamiento.

Medicación actual o tratamientos previos: los antibióticos, corticoides y las drogas de venta libre como el clotrimazol pueden alterar el flujo vaginal normal.

Enfermedades: como diabetes o  pacientes inmunocomprometidos.
Causas no infecciosas: reacciones alérgicas,  pólipos o ectopía cervical, tumores del aparato genital, cuerpo extraño (tampón).

Las causas más frecuentes son fisiológicas, vaginosis bacteriana y candidiasis.

Tabla 1: Características de las diferentes causas de flujo vaginal anormal

 

¿Cómo se debe actuar?

Examen clínico:

Si la paciente se niega a la revisación, puede administrarse tratamiento para candidiasis o vaginosis bacteriana si presenta bajo riesgo de infección de transmisión sexual y no presenta síntomas del tracto genital superior.

Palpación abdominal: búsqueda de masas o rigidez.

Inspeccione la vulva en busca de flujo, eritema, ulceras, cambios en la piel o lesiones.

Examen pélvico bimanual: para revisar anexos y útero, zonas rígidas y masas o movimiento cervical (lo que puede indicar enfermedad inflamatoria pélvica)

Examen con espéculo: es útil para revisar las paredes de la vagina,  cérvix y características del flujo.

Puede chequearse el PH vaginal utilizando un hisopo. Esto puede ayudar a averiguar si la infección es bacteriana, por tricomonas o por cándida.

Tome con hisopo una muestra del endocervix si sospecha de infecciones de transmisión sexual El uso de hisopos tiene valor diagnóstico limitado excepto en el embarazo, post instrumentación, tratamiento fallido, síntomas recurrentes o para confirmar candidiasis.

Manejo del paciente:

¿Cuándo derivar al especialista en ginecología?

  • Cuando se sospecha de gonorrea, tricomoniasis o enfermedad pélvica inflamatoria.
  • Cuando es necesario notificar a la pareja
  • Diagnóstico incierto
  • Síntomas recurrentes o persistentes
  • Infección vaginal (no sexualmente transmitida)

Vaginosis bacteriana: es muy importante su tratamiento, especialmente durante el embarazo ya que puede traer complicaciones.

Candidiasis: los antifúngicos orales o vaginales son igualmente efectivos, evitar tratamiento oral durante el embarazo.

Infección de transmisión sexual:

Siempre indique realizar un test para clamidia en mujeres sexualmente activas menores de 25 años.
Sugiera test para HIV y sífilis.

Chlamydia: indique para su tratamiento una única dosis de azitromicina 1gr.  O dos dosis de doxiciclina 100mg por 7 días.

Gonorrea: Las infecciones no complicadas deben tratarse con una inyección intramuscular de ceftriaxona 500mg y azitromicina 1mg vía oral, ambas en una dosis única. Realizar un test post tratamiento para confirmar la cura.

Consejo e higiene personal:

Brindar consejo sobre evitar duchas vaginales, productos perfumados y ropa sintética ajustada.

Educar al paciente sobre las características del flujo normal.

 flujo vaginal

Autores: Radia Fahami | MJ 2013;347:f4975

Fuente: IntraMed

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