años

Bioquímica, conciencia y tecnología

Noticias para Profesionales

La reivindicación de las bacterias

La comunidad microbiana que vive en nuestros intestinos no sólo es importante a la hora de hacer la digestión. La “flora intestinal” también influye en la obesidad, la diabetes, la psoriasis, el asma y hasta la ateroesclerosis. Una dieta que modifique la composición microbiana es la nueva apuesta de la medicina, que ve a los alimentos probióticos como potenciales fármacos.


El microbioma –el conjunto de bacterias, virus y hongos que habitan en el organismo humano y sus respectivos genomas− se ha convertido en uno de los temas de investigación más calientes en los últimos tiempos, con consorcios de científicos europeos y norteamericanos compitiendo por los descubrimientos.

Hasta poco tiempo atrás, las bacterias sólo eran vistas como agentes infecciosos que causaban enfermedades, a los que había que combatir encarnizadamente con antibióticos. Hoy se sabe que hay 10 veces más células bacterianas que células humanas en el organismo adulto. Y que el 90% de los microbios que nos habitan son benéficos.

Más allá de la famosa bacteria Escherichia coli, millones de microbios de 1.000 especies diferentes viven en el intestino de una persona. El ADN de todos los microorganismos que habitan allí conforma el metagenoma. Mientras el genoma humano tiene unos 22.000 genes con instrucciones para fabricar proteínas, el metagenoma intestinal contiene unos tres millones de genes. De la composición –y diversidad− de este ecosistema intestinal depende buena parte del funcionamiento del organismo.

Según probó el Proyecto Microbioma Humano, la comunidad de microbios varía en las distintas poblaciones y en las diferentes etapas de la vida. Los argentinos no tenemos el mismo microbioma que los japoneses, y las embarazadas no tienen iguales genes microbianos que el resto de las mujeres. Ni siquiera los mellizos comparten el microbioma de su saliva.

Si bien el ADN total de los microbios intestinales −que se obtiene mediante un análisis genético de la materia fecal− varía de una persona a otra, es muy estable dentro de un mismo individuo, al punto de que se podría tomar como una huella dactilar. “Sorprendentemente, cada uno de nosotros puede ser identificado por el ADN colectivo de nuestros microbios intestinales”, señaló George Winstock, del Instituto del Genoma de la Universidad de Washington. “Incluso después de un año se puede distinguir a los individuos por la firma genética de su microbioma intestinal”, enfatizó el investigador norteamericano.

 

Flora intestinal

 

Con todo, en situaciones de estrés el equilibrio normal de los microbios de un individuo se altera. Así, la bacteria Helicobacter pylori, que es un habitante habitual del estómago, puede generar en un momento dado una úlcera o un cáncer gástrico.

Según un flamante estudio sueco, las personas que tienen placas ateroescleróticas en las paredes de sus arterias tienen más bacterias de la familia Colinsella en sus intestinos que el resto de los humanos. En cambio, las personas que no tienen síntomas de ateroesclerosis albergan másRoseburia y Eubacterium en su materia fecal.

Los científicos todavía no saben si el perfil bacteriano de los pacientes es el resultado o la causa de su enfermedad. Sin embargo, los investigadores suecos advirtieron que las personas sanas tenían más bacterias productoras de carotenoides −compuestos antioxidantes− que quienes habían sufrido un accidente cerebrovascular (ACV).

“La larga exposición a carotenoides, a través de la producción bacteriana en el sistema digestivo, tiene importantes beneficios para la salud”, afirmó Frederick Backhed, profesor de la Universidad de Gotemburgo y uno de los líderes del estudio. “Estos resultados permitirán desarrollar nuevos probióticos”, anticipó el científico, que ya fundó una compañía para aplicar sus investigaciones en alimentos.

Yogures y quesos han sido utilizados desde épocas remotas para regular la flora intestinal. Hoy existen alimentos probióticos que contienen cepas de bacterias capaces de mejorar la respuesta del sistema inmunológico del organismo. En el futuro, se “recetarán” alimentos con determinados tipos de microbios para prevenir enfermedades. Los médicos tratarán a los pacientes de acuerdo con el perfil genético de su microbioma. Entonces, las bacterias ya no serán el enemigo a combatir sino un aliado para vivir mejor.

 

Fuentes:

-Frederik Karlsson et al. “Symptomatic atherosclerosis is associated with an altered gut metagenome ”. Nature Communications. December 4, 2012.

-Siegfried Schloissnig et al. “Genomic variation landscape of the human gut microbiome ”. Nature. December 5, 2012.


Autora:

Alejandra Folgarait

Periodista científica. Publicó los libros de divulgación científica "Manipulaciones genéticas" (Editorial Norma) y "En Trance" (Editorial Sudamericana), además de numerosos artículos sobre ciencia, salud, cultura y tecnología en medios nacionales e internacionales.

volver

Listado de Obras Sociales Vigentes