Si la pasión por la pintura es intensa y constante, manifestarla en una forma, libera una parte de nuestra interioridad.
En cada proyecto, se construye la obra, desde un pensamiento, un sentimiento o una representación. Cuando llega la claridad, algo propio queda plasmada en la tela..
A medida que se desarrolla esa versión de la realidad, la misma muta , transformándose en algo nuevo que me produce plenitud.
En esos momentos, uno descubre su misión y la obra finalizada toma su propio camino.
Así me sumerjo en una nueva búsqueda.
Elijo pintar figuras humanas , por que en ellas se refleja, como en un espejo, el mundo que nos rodea y el interior de cada uno. La mente y las emociones , están impresas en todo el cuerpo.
Cada obra cuenta un historia particular, la representación de una realidad que quiero contar.
Con esfuerzo, con paciencia , dejando salir lo que siento; se expresa algo ...